jueves, 26 de octubre de 2017

Capítulo 28 de "Cero"

CAPÍTULO 28

Naim llegó un poco tarde a Rym City. Se bajó del barco y miró el cielo y la ciudad atentamente.


Dando un paseo llegó hasta su casa. Tenía ganas de cambiarse y acostarse. Estaba muy cansado.


Naim entró en casa y vio a Jessica viendo la tele.
-          Cariño, ya estoy en casa.
-          Hola papi. ¿Qué tal todo?
-          Muy bien hija. ¿Y tu madre?
-          Ha salido a correr hace una hora.
-          Ah vale. Voy a darme una ducha.


A los 10 minutos llegó Gloria.
-          Hola Jessi, ¿ha llegado papá?
-          Sí, está en la ducha.
-          Ah gracias. Me voy a dar una yo también, que vengo chorreando.


Gloria entró en el baño y vio a Naim echándose el After Shave.
-          Hola guapo. ¿Qué tal?
-          Bien, estoy reventado.
-          ¿Cómo ha ido por allí?
-          Pues normal. Quitando que he encontrado el sitio, nada más.
-          Lo siento…


Naim y Gloria se abrazaron y ella olió la fragancia del After Shave de Naim.


Naim salió del baño y dejó a Gloria cambiándose para meterse en la ducha.
-          Jessica, no te vayas a acostar muy tarde tampoco.
-          Papi, mañana es fiesta, ¿no te acuerdas?
-          Ah ¿sí? Pues ni idea vaya. Gracias por recordármelo.
-          De nada jeje.


Naim abrazó a Jessica y se despidió.
-          Me voy a dormir.
-          ¿No vas a cenar?
-          No tengo hambre. Dile a tu madre que estoy cansado, ¿vale?
-          Está bien. Que duermas bien papi. Te quiero mucho.
-          Y yo también te quiero.


Una hora más tarde, Gloria fue a acostarse también después de haber metido en la cama a Jessica y encontró a Naim dormido como le había dicho su hija.
-          No aguanto más…


Fue a casa de su hermano y se lo encontró viendo la tele.
-          Tim, soy yo.
-          Ah hola hermanita. ¿Cómo tú por aquí?
-          Nada, que estoy cansada de la actitud de Naim.
-          ¿Otra vez te ha dejado a dos velas?
-          Sí… Llevo 6 meses con él desde que vino a la casa y no me ha tocado siquiera. Y no es que lleve 6 meses solamente, sino que llevo entre una cosa y otra casi un año sin sexo.


Tim miró a su hermana sorprendido.
-          ¿Casi un año? Ay Gloria, si yo te contara…
-          ¿Qué pasa? ¿Tú llevas más?
-          Año y medio a dos velas.
-          Pues estamos apañados…
-          Hombre, tú estás bien apañada.


Gloria miró a su hermano sorprendida.
-          ¿Estás bien? ¿Tú tirándome un piropo? ¿Tienes fiebre?
-          No me seas tonta. Aunque sea tu hermano tengo ojos en la cara y tú estás muy bien joder, no soy gilipollas tampoco.
-          Oye, que tú tampoco estás nada mal, lo que pasa es que no se te ve nunca con nadie. Porque sé que has estado con tías, sino pensaría que eres gay.
-          Si hombre…


Gloria le pasó el brazo por el cuello a su hermano.
-          Pues se me ocurre algo…
-          Gloria, te veo venir. Si estás pensando en lo mismo que yo no puede ocurrir…
-          Tim, tranquilízate hombre, no pasa nada.
-          Sí que pasa, somos hermanos y que haya pasado una vez hace ya tropecientos años no significa que tenga que ocurrir.
-          Lo que pasó la otra vez fue un desliz, no fue buscado.
-          Lo sé, pero…


Tim miró a su hermana y comenzó a notar la misma sensación que la otra vez…
-          Esto no puede pasar…
-          Shhh cállate Tim.


Tim la abrazó y la recorrió con sus manos.
-          A tomar por culo. Ahora te vas a enterar. Esto te pasa por calentar a tu hermano, zorra.


Tim sacó su mano a pasear y no se cortaba ni un pelo. Tocaba todo lo que le daba la gana y Gloria se dejaba.


Un rato después, ambos estaban en la cama a punto de comenzar el “ejercicio”.


Al cabo de una hora, Gloria algo mareada se fue a su casa. Tanto tiempo sin hacer nada le había hecho perder la práctica…


Mientras tanto, Tim descansaba plácidamente en su cama. Hoy dormiría como un bebé.


A la mañana siguiente, Naim se despertó muy temprano y con un gran agujero en el estómago.
-          Estoy hambriento.


Una media hora después de desayunar, salió a la calle. Aún no había salido el sol totalmente y se puso a pasear mientras respiraba hondo.


Un fuerte ruido comenzó a sonar por toda la ciudad. Un avión acababa de aterrizar en el aeropuerto.


De él bajaron cientos de personas y una de ellas era Scott. Cuando perdió el ferry preguntó en el puerto cual era el destino y al decírselo, al día siguiente cogió el primer avión hasta aquí. Ahora era hora de hacer trabajo de campo…
-          A buscar se ha dicho.


Lo primero que hizo fue irse hasta comisaría. Seguro que ahí conseguiría lo que quería.


Cuando estaba a punto de entrar, vio cómo un agente salía de la comisaría y Scott aprovechó.
-          Buenos días agente.
-          Buenos días, ¿desea algo?
-          Sí. Verá soy el comisario Scott Marvin, de Isla Paraíso.


El agente se quedó mirando sorprendido a Scott. Era el comisario más famoso de los últimos 3 años desde su nombramiento gracias a su fama por el asesino de la maceta.


Scott se acercó al policía.
-          Necesito su ayuda. Estoy buscando a alguien que reside en esta ciudad y quiero saber su dirección o algo que sea de importancia.
-          ¿A quién desea buscar?
-          Su nombre es Naim Thomas.


El policía accedió encantado.
-          Estoy seguro que encontraremos a esa persona. ¿Sabe cómo es físicamente? Por si hay varias coincidencias.
-          Lo conozco perfectamente. No será un problema agente.
-          Acompáñeme dentro Comisario.


Ambos subieron las escaleras y entraron en comisaría. En ese momento no sabían que la casa donde residía Naim se veía desde ahí…


A todo esto, Naim seguía pensando en el día anterior, el por qué estaba en esa isla y qué era lo que hacía allí.


Se paró frente a una casa que era famosa por hacer subastas públicas cada dos o tres meses. Esta vez había un coche de policía como producto estrella para la subasta de esa tarde.
-          ¿Un coche de policía? Es precioso… Ojalá tuviera la suerte de conducir algún día uno.


Pero Naim siguió mirando el coche como atraído por él. Había algo que le llamaba mucho la atención y no terminaba de saber el por qué.


Luego se fue hasta el colegio y se quedó mirándolo. ¿Ese trabajo era lo que realmente quería? No estaba mal dar clases a los pequeños, pero le faltaba algo, necesitaba algo de acción en su cuerpo.


Al fin salieron de la comisaría con todos los datos que quería saber Scott.
-          El lugar de trabajo de ese tal Naim es allí. Trabaja como monitor de educación física. ¿Está usted seguro que es ese Naim? Su apellido no es Thomas como me ha dicho desde un principio…
-          Lo sé, pero estoy seguro que es él. No me cabe la menor duda.
-          Está bien. Si quiere ir a su domicilio lo que tiene que hacer es cruzar el puente que lleva al sur y la segunda casa a mano derecha.
-          Muchísimas gracias agente. Hablaré con su comisario de esto. 


Scott estaba a un paso de encontrar a Naim. Primero lo vio de espaldas, luego el testimonio de su hija y ahora que trabajaba en el colegio aunque tenía otro apellido distinto. Ahí había algo que no le olía bien.


Scott comenzó a andar hacia el colegio por si se encontraba a Naim trabajando, pero para su suerte…
-          ¿Ese hombre que está sentado en el columpio es Naim?


Se acercó un poco más y miró fijamente a Naim. Ahora sí que no había duda de que era él. Si lo había enterrado, ¿cómo es que estaba vivito y coleando? ¿Habría simulado su propia muerte? Tenía que hablar con él.


Scott saltó la valla y se acercó rápidamente hasta donde estaba Naim. Sus ojos lo veían, pero su cerebro no se lo terminaba de creer.
-          ¿Naim?


Naim alzó la cabeza y miró a los ojos a Scott por primera vez.
-          Sí, soy yo. ¿Quién es usted?
-          Naim, ¿no me recuerdas? Soy Scott…


Al fin el reencuentro tan esperado entre Scott y Naim, ¿qué pasará ahora?

CONTINUARÁ…

No hay comentarios:

Publicar un comentario