viernes, 20 de mayo de 2016

Capítulo 12 de "Cero"

Buenaaaaas, feliz viernes a todos jejeje. Este pasado miércoles no subí capítulo porque básicamente se me olvidó completamente jajaja. Pero hoy es diferente, hoy sí hay capítulo, por lo que vamos a darle caña al viernes. ¡Nos vemos pronto!

CAPÍTULO 12

Horas más tarde, después de la cena, Scott, Bianca, Naim y Eva se fueron a una discoteca a mover el esqueleto. Nada más entrar, la parejita se fue a la pista de baile.


Naim se sentó en la barra y se pidió una copa para beber.


Eva se sentó a su lado y le hizo una pregunta.
-          ¿Vas a bailar o tampoco hoy te toca hacerlo?
-          Qué simpática eres tú… Ya veré lo que hago.
-          Uh, yo siempre.


Naim se dedicó a mirar a la coctelera que le hacía la copa en total silencio mientras que el local tenía la música a tope.


Eva pensaba que Naim era un tío bastante guapo, pero muy soso. No entendía lo que le impedía ser simpático con los demás. Apenas lo conocía, pero tal vez no fuera así. Esperaba que no…


La coctelera por fin le dio la copa a Naim y este le dio las gracias y se quedó mirando a Eva.
-          ¿Quieres una?
-          ¿Puedo probarlo?
-          Sí claro.
-          Mmmm, sí, está bueno, pídeme otro igual por favor.


Naim pidió una copa igual y se puso a beber de la suya mientras esperaba que la muchacha le diera la copa a Eva.


Finalmente Eva se puso a beber de su copa y Naim la miraba.
-          Tranquila mujer, que se te va a subir a la cabeza.
-          La noche es joven y yo también.


Naim miró para otro lado y dejando la copa en la barra se levantó.
-          Voy al baño Eva, guárdame la copa. Ahora vengo.
-          Vale.


Un par de minutos más tarde, Naim salió del baño y se encontró que Eva estaba bailando y las dos copas habían desaparecido de la barra.
-          Vaya borracha está hecha… No me gusta la gente que se hincha a beber.


Scott, mientras bailaba con su novia, miró a Naim todavía quieto en mitad de la discoteca.


Naim se sentó de nuevo en la barra y le preguntó a la coctelera sobre las copas.
-          Pues cuando fuiste al baño ella se terminó su copa y poco después cogió la tuya y se la terminó.
-          Madre mía… Muchas gracias.
-          De nada. Cuide de su novia que se va a poner borracha como siga así.
-          Oiga, no es mi novia.
-          Bueno, pues ella parece que no piensa igual, ¿eh? Se puso a hablar de ti cuando te fuiste.


Naim se quedó mirando a la nada y se percató de un espejo detrás de la barra y pudo mirar cómo Eva bailaba sola en medio de la pista de baile.
-          No se lo piense más vaquero,-dijo la coctelera-.


Naim se levantó y se puso detrás de Eva que bailaba sin parar.
-          Oye Eva, ¿quieres que bailemos?
-          Anda, si el soso sabe divertirse… ¿Te enseño a bailar también?
-          Guapa, te voy a enseñar yo a ti.
-          Ohhh, adelante.


Scott y Bianca se sentaron tras bastante tiempo bailando y se pusieron a besarse tranquilamente, olvidándose del resto del mundo. Sólo pensaban en ellos mismos.


Mientras tanto, Naim y Eva seguían bailando y cada vez un poco más animados. Hablaban de vez en cuando pero la mayoría del tiempo ambos estaban callados.


Eva le sacaba conversación a Naim para que así fuera cogiendo confianza y parece que poco a poco se iba soltando algo más.


Pasados unos minutos, los dos estaban cansados y pararon de bailar. Naim sonrió levemente como gratificación.
-          ¡Pero qué guapo es el condenado!-pensaba Eva-. Tiene que sonreír más.


Pero algo pasó, porque Eva se sintió mareada, como si la habitación le diera vueltas.
-          ¿Te encuentras bien?
-          Sí, creo que me he mareado después de dar tantas vueltas.
-          ¿Quieres que te lleve a casa o algo?
-          No, esperaré a ver si se me pasa un poco…


Naim dejó un momento a Eva y fue a preguntarle la dirección de la casa de Eva a Bianca o Scott.
-          Ni idea. Ahora mismo no sé dónde vive,-contestó Scott-.
-          Ni yo tampoco… Lo siento Naim. ¿Le pasa algo?
-          Nada, que está algo mareada, eso es todo.


Naim estaba volviendo al lugar donde había dejado a Eva y se la encontró tumbada en un asiento. Estaba borracha, como le había dicho la coctelera.
-          Venga Eva levanta. Te voy a llevar a mi casa para que descanses, ¿de acuerdo?
-          Oh, qué guapo eres Naim.
-          Sí, muchas gracias Eva. ¿Puedes andar?
-          ¿A dónde vamos a nadar?
-          Ains, te cojo en brazos.
-          ¡Oye guarro!


Por el camino Eva se quedó profundamente dormida y Naim al entrar en casa la dejó en su cama.


Cuidadosamente salió de la habitación cerrando la luz y se sentó en el sofá. Durante unos instantes se puso a pensar en ese día que había pasado y la verdad es que no había sido aburrido.


Naim se quitó la ropa y se durmió en calzoncillos.


Pero en mitad de la noche, Naim comenzó a hablar mientras dormía, estaba soñando… De repente, Naim mientras dormía se levantó y se dirigió a su dormitorio.


A la mañana siguiente, sobre las 6 y media de la mañana, Eva se levantó con un fuerte dolor de cabeza. Al incorporarse pudo ver que Naim dormía junto a ella en la cama.
-          ¿Qué coño pasó anoche?


Al levantarse de la cama, Naim abrió los ojos y pudo ver que se encontraba en su cuarto.
-          ¿Qué hago aquí?-dijo Naim-.
-          ¿Tampoco te acuerdas?
-          Me acuerdo de todo, menos el cómo acabé aquí.


Eva sonrió pícaramente.
-          No nos acostamos, si es lo que piensas. Estabas borracha y de camino te quedaste dormida en mis brazos, te dejé en la cama y yo me acosté en el salón… Además, ¿qué haces en ropa interior? Yo te acosté con la ropa puesta.
-          Buenos días Naim.
-          Buenos días… No entiendo nada, pero te juro que no nos acostamos.
-          Ay, eso da igual Naim. ¿Tienes una pastilla para el dolor de cabeza?
-          Sí y también tengo gofres para desayunar, ¿quieres?


Naim se puso algo más decente y salió a hacer los gofres para el desayuno.


Casi estaban listos cuando salió vestida de nuevo Eva.
-          Mmm, qué bien huelen.
-          Gracias. Ya están casi listos.


Naim se giró y la miró de nuevo.
-          ¿Quieres que te deje alguna ropa mía?
-          No te preocupes, con esto voy bien.
-          Como quieras, te lo decía por mayor comodidad.
-          No hace falta, muchas gracias.
-          ¿Cuántos gofres quieres?


CONTINUARÁ…

lunes, 16 de mayo de 2016

Capítulo 11 de "Cero"

Muy buenaaaaaas. Quiero pediros perdón porque el viernes no subí capítulo pero es que tuve un día de perros, no fue para nada bien y necesitaba relax y estar fuera de las redes, pero eso ya pasó y ahora estoy aquí de vuelta con otro capitulito más. ¡Vamoooooos!

CAPÍTULO 11

Naim llegó a su casa, cogió la maquinilla, se duchó y se cambió. Ya estaba listo para volver a empezar otra vez en su trabajo habitual.


Al salir del baño, Scott lo esperaba.
-          Ala, menudo cambio.
-          No me gusta estar con el pelo tan corto, pero no quería estar moreno.
-          Y ahora ya puedes estar sin las lentillas puestas también.
-          Cierto, menudo coñazo era, de verdad.
-          Bueno, ¿vamos a la comisaría?


Nada más entrar Naim se llevó la primera sorpresa… ¿Dónde estaba Bianca?
-          Naim, este es uno de los cambios, ahora tenemos una nueva secretaria. Ella es Eva Gaynor.


La tal Eva se levantó y se acercó a Naim sonriendo.
-          Bienvenido Naim, he oído mucho hablar de ti. Tenía muchas ganas de conocerte.
-          Muchas gracias, encantado de conocerte Eva.
-          Naim,-intervino Scott-, acompáñame que te voy a decir dónde trabaja Bianca ahora.


Naim sigue a Scott y lo lleva junto a una nueva zona que han construido al lado de los despachos de los dos compañeros. Bianca al ver a Naim lo abraza con fuerza.
-          ¡Naim! Qué alegría verte guapo. Menudo corte de pelo te has dado, ¿no?
-          Pues sí, ya crecerá otra vez. ¿Cómo es que estás trabajando aquí?
-          Pedí ayuda al comisario. Estaba de secretaria y dándoos apoyo desde la comisaría y no podía llevar tantas cosas a la vez, así que desde hace un mes me incorporé como agente de policía más.
-          ¡Enhorabuena Bianca!


Hablando estaban cuando el comisario salió de su despacho.
-          Pero bueno, ¿qué ocurre aquí? ¡Naim! ¿Ya estás aquí con nosotros?
-          Sí comisario. Vuelvo al trabajo.
-          ¡Bienvenido Naim! Me alegra verte de nuevo, sano y salvo.


El comisario se acercó a Naim y lo abrazó, sorprendiendo a todos.


Scott no se creía lo que estaba viendo. ¿El comisario dando un abrazo a uno de sus policías?


El comisario se separó y sonriendo miró a Naim.
-          Me alegra mucho tenerte otra vez aquí. Cuando esta mañana salió la noticia, me preocupé mucho por lo que te podría pasar, por eso monté este especial para poder rescatarte de allí.
-          Muchísimas gracias. La verdad es que estaba en un gran aprieto.


Naim sonrió agradecido por las palabras que le acababa de decir el comisario.
-          Bueno chicos, os dejo solos,-dijo el comisario-.


Eva se acercó a Bianca y los dos chicos con una idea en mente.
-          Compañeros, se me acaba de ocurrir algo, ¿por qué no salimos esta tarde-noche y hacemos un plan los cuatro? Así celebramos todos juntos mi nuevo trabajo, el de Bianca y la reincorporación de Naim.


Bianca y Scott sonrieron.
-          Nos gusta la idea, nosotros nos apuntamos. ¿Tu Naim te apuntas no?


Naim estaba serio de nuevo y miró a Eva.
-          A mí no me apetece. Te lo agradezco pero no quiero salir. Prefiero quedarme en casa y descansar después de todo lo que he pasado.
-          Naim, si también lo hacemos por ti, vente hombre,-decía Eva-.
-          De verdad, no me apetece Eva, lo siento mucho.


Eva, entre sorprendida y un poco enfadada le hace una pregunta a Scott.
-          Scott, ¿este tío es siempre así de divertido?
-          A veces, según le dé.
-          Pues menudo es.
-          Si os vais a poner a criticarme delante de mí me voy.
-          Naim, vente,-dijo Scott-.
-          Eres cansino, ¿eh? No vas a parar hasta que diga que sí, ¿cierto?
-          Tú lo has dicho.
-          Bueno, entonces iré con vosotros… Pero no me quedaré mucho rato tampoco.


A las siete y media de la tarde, aparecieron en la puerta Scott, Bianca y Eva arreglados y preparados para esa noche.


Naim salió de su casa ya arreglado.
-          ¿Estáis listos todos? Pues arreando. ¿A dónde vamos?


Entre todos decidieron primero ir al parque. Habían puesto algunas cosas nuevas y querían ir a ver qué tal estaban.


Scott y Bianca se pusieron a bailar con la música que había y Naim se fue sentar en un banco. Eva mirando a Naim se acercó a él.


Poniéndose delante de él le preguntó.
-          ¿Qué te pasa Naim?
-          Ah nada, estoy bien.
-          Venga, cúrrate mejor la mentira que sabes mentir mejor.
-          No me pasa nada, no te estoy mintiendo, simplemente no me gusta salir.


Eva se sentó junto a Naim extrañada.
-          ¿Pero por qué no te gusta salir? Estar todo el día en el trabajo o en casa no es bueno. Tienes que relacionarte con gente, con tus amigos, familia…
-          Con mis amigos me relaciono en el trabajo, estoy bastante entretenido y lo que quiero hacer cuando termino es llegar a mi casa, relajarme y tener tiempo para mí y mis cosas.


La chica sonrió ante la respuesta.
-          Y no es malo, pero hay que saber compaginar las dos cosas. Unos días unas cosas y otros días otras.
-          Ya lo sé, pero soy un hombre casero, me gusta estar en casa.
-          Pues debes tener algo muy importante en casa para no querer salir de ahí. A tu novia la debes tener contentísima.


Naim estaba cansado ya de insistir en lo mismo.
-          No tengo novia, soy un hombre que me gusta estar en casa cuando no estoy trabajando, ¿hay algo que no se entienda de eso? Cuando me apetezca salir, ya lo haré Eva.
-          Está bien Naim, lo siento si te ha molestado algo de lo que te he dicho…


Naim se quedó pensativo mirando a un punto fijo del suelo. Tenía la cabeza en otro sitio y la verdad es que las pocas ganas que tenía de salir se le habían quitado.


Levantándose, se dirigió a donde estaba la feliz pareja, encontrándoselos… bastante acaramelados.


Scott y Bianca, ajenos a la conversación que mantenían Eva y Naim, estaban haciéndose una foto con el móvil para tenerla guardada.


Al ver la foto, ambos sonrieron. La foto había quedado preciosa y les encantaba fotografiarse los dos juntos.


Naim al verlos de esa forma se esperó a que terminaran de estar tan acaramelados, no quería cortar el rollo. Sin embargo, los miraba serio mientras ellos se sonreían rozando sus narices y besándose con suavidad.


Eva se levantó del banco y se colocó detrás de Naim.
-          Hacen bonita pareja, ¿verdad?
-          Sí, muy buena,-decía Naim con cara de fastidio al escuchar a Eva-.


Naim finalmente se acercó a la pareja con decisión.
-          Oídme, se me ha olvidado la pasta en casa, vuelvo en seguida.
-          No te preocupes,-dijo Scott-, yo te invito a cenar y ya me lo devuelves otro día.
-          Que no, de verdad, no quiero que me invite nadie.
-          Naim, es una fiesta y estamos celebrando tu vuelta entre otras cosas, así que hoy invito yo. Vamos.


CONTINUARÁ…