domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 6 de R.I.F.

¡¡¡¡HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Antes de empezar quiero pedir disculpas a todos por tantas semanas y tantos días sin capítulo pero es que estamos en unas fechas donde se acercan los exámenes finales y no puedo llevar todo adelante. Como se acercan más exámenes, quiero poneros algún capítulo para que no perdáis el hilo de la historia, ya que, personalmente, es una de mis favoritas.
No quiero seguir hablando ya, así que me callo y dejo pasar a Fernando y a toda su cuadrilla. ¡Un beso familia!

CAPÍTULO 6

Fernando se levantó como otra mañana cualquiera y fue hacia la puerta para esperar al autobús.


Al salir, vio a Mandy en la puerta de su casa.
-        Mandy, ¿qué haces aquí?
-        Buenos días, ¿no? 
-        Buenos días…
-        Pues ¿qué voy a hacer aquí? Esperarte para ir a clase tonto.


Mandy se abrazó a Fernando, que estaba muy sorprendido de la actitud de la chica.
-        Qué ganas tenía de abrazarte Fer…
-        Eh sí, sí…


Mientras tanto, Travis había quedado con Fany en la puerta del colegio.
-        Buenos días guapa.
-        ¿Cómo está el tío más bueno de toda la clase? 
-        Ese no sé, pero yo estoy bien.


Fany se acercó más todavía a Travis. 
-        Ay, qué tonto eres,-dijo ella acercándose y besándolo profundamente en los labios-.


Poco después entraron en el colegio y ya estaba dentro Steve.
-        Buenos días Steve,-saludó Fany-.
-        Buenos días Stefany.
-        Oye Steve, ¿tú duermes en clase o qué macho?-preguntó Travis-.
-        Jajaja, no, pero hoy he madrugado un poco más de la cuenta.


Al rato llegó Fernando y quedó muy sorprendido al ver que Travis no había ido a su casa como todas las mañanas, sino que se había ido a clase. Todo esto le resultaba muy raro…


Fernando saludó a los que habían llegado y se quedó mirando fijamente a Fany. Esa chica tenía que ser la causante de todo pero, en realidad, no pasaba nada entre Travis y él, o eso creía…


Instantes después, entró Mandy y muy dispuesta saludó a los de su clase y se dirigió hacia Fernando. 
-        Fer anda, déjame pasar porfa.


El día estaba muy nublado y estaba a punto de empezar a llover fuerte. Fany, mirando a la ventana, se fijó que Travis miraba hacia Fernando y ella se preguntaba lo que pasaba, ya que no tenía ni idea.


La profesora llegó y comenzó a dar su clase de Informática.
-        Os he dejado ordenadores a cada uno de vosotros para que hagáis el trabajo que os expliqué el otro día. Vosotros habéis elegido esta optativa, así que, manos a la obra.


Los chicos comenzaron a hacer el trabajo en silencio, sólo se escuchaba el sonido del teclado.


La clase parecía concentrada y dispuesta a seguir así durante la hora de la clase. Mientras tanto, la profesora hacía sus tareas en su ordenador.


Fany, mientras buscaba información por internet para su trabajo, miró hacia Travis y al verlo sentado solo, quiso sentarse junto a él, igual que estaba Mandy con Fernando. No sabía por qué, pero quería ver la cara que ponía Fernando.


Pidió permiso a la profesora y se sentó junto a Travis, a lo que Fernando respondió mirando a la pantalla del ordenador, ya que el reflejo de atrás se veía pero, haciendo como que no le importaba, siguió con su trabajo.


Travis y Fany siguieron trabajando. En un momento dado, ella le dio un pequeño golpe en el pie para que la mirara y le guiñó el ojo. Travis se sonrió nervioso y miró hacia Fernando que seguía a lo suyo.


Diez minutos más tarde, Lulú o Lucy como era en el trabajo, pasaba por el pasillo de secundaria.


Entró en el despacho del director, llamando antes a la puerta para avisar que ya se encontraba lista y dispuesta para su atención. 
-        Buenos días señor Meier.
-        Buenos días Lucy. Viene usted muy guapa.
-        Muchas gracias, es muy amable.


El director se levantó y la miró de arriba abajo.
-        Siéntese un momento Lucy, quiero hablar con usted.
-        ¿He hecho algo malo?


El director negó con la cabeza.
-        Para nada, pero siéntese por favor, quiero preguntarle sobre algo.
-        Usted dirá.


El director carraspeó y comenzó a hablar.
-        Quiero saber cómo se está encontrando estos días que lleva trabajando aquí.
-        Ah, pues muy bien. Me he sentido muy acogida y es como estar en mi propia casa.


El señor Meier sonrió.
-        Entonces me alegro mucho. Sé que eres una buena profesional, pero si hay alguna cosa que no te guste solo tienes que decírmelo.
-        Muchas gracias, se lo agradezco mucho.


Pero el director no había terminado de hablar…
-        Sin embargo, me han comentado algunos profesores que está levantando pasiones.
-        ¿Pasiones? ¿A qué se refiere?
-        Pues a que algunos alumnos no paran de mirar lo que no deben en lugar de centrarse en la clase y en el estudio.
-        ¿Le molesta entonces que vaya vestida así?
-        No, no, al contrario, usted puede vestirse como quiera, lo que quiero es que me comunique si alguna vez se siente intimidada por alguno de los alumnos, que yo me encargaré de él.


Lulú se quedó mirándolo mientras escuchaba al director con el total convencimiento de que ella le ponía. Estaba segura.


Tras un par de minutos más de conversación, el director decidió seguir con el trabajo y cada uno se marchó a su puesto correspondiente.


El director mentía, no iba a trabajar sino a hacer otras cosas menos… decorosas. Buscó en sus archivos el currículum de Lulú y una vez que tenía el nombre real, lo puso en Google.


Para su sorpresa, en Wikipedia salió una foto de ella e información sobre su vida. ¿Era actriz porno? No podía creerlo, así que puso su nombre artístico y al verla tal y como su madre la parió rodeada de 3 hombres que la penetraban sin piedad, algo se le despertó después de mucho tiempo dormido.


Se levantó de su asiento y miró hacia su entrepierna. Ver que tenía un bulto, le hizo despertar sus ilusiones. Eso no podía quedarse así, tenía que hacer algo al respecto.


El director llamó de nuevo a Lulú y le dijo que se sentara. Ella, con la práctica que tenía, supo distinguir desde un primer momento que debajo de esos pantalones tenía un bulto considerable, así que vio en aquella escena una oportunidad para ascender.


Fernando, pidiendo permiso se fue al cuarto de baño.


Cuando habían pasado 5 minutos, la profesora le dijo a Travis que se acercara al baño por si a Fernando le pasaba algo. Así que él sin dudarlo hizo lo que le habían mandado.


Entró en el baño y vio que Fernando se estaba lavando las manos.
-        Oye, ¿qué te pasa Fer? La profesora me ha mandado a buscarte.
-        Joder, ¿no puede cagar uno en paz?
-        No, a ti te pasa algo más, ¿me lo vas a contar?
-        Tú dirás, hoy no has venido a recogerme como siempre.
-        Es que me llevó mi padre en coche y me quedé más tiempo en la cama y se me olvidó avisarte, lo siento.


Fernando lo miró con cara de no creerse nada de lo que le decía.
-        Si tú lo dices…
-        ¿No me crees?
-        Sinceramente no. ¿Has visto cómo tienes a la Fany pegada al culo?
-        No hablemos, que tú con Mandy estás igual, ¿eh?
-        Increíble tío… mira, me voy a clase que ya estamos tardando mucho.


Volviendo a clase vio algo que lo dejaría atónito. ¿Esa era Lulú? Volviéndose, le dijo a Travis que le contara a la profesora que estaba en el baño haciendo de cuerpo, que tenía que asegurarse de algo.


Acercándose a la ventana y sin que ellos los pudieran ver, vio perfectamente cómo Lulú le habría la cremallera al director y la acariciaba metiendo la mano dentro mientras que él pasaba su mano por la cabeza de ella.


Poco después, la profesora dijo que la clase había terminado y todos al unísono se levantaron para estirarse.


Escondiéndose de la profesora, Fernando entró corriendo en clase.
-        Mandy, dame tu cámara.
-        ¿Mi cámara? ¿Para qué?
-        Tú dámela un momento, por favor.


Mandy, como amante de la fotografía que era, sacó su cámara de la mochila y se la dio a Fernando sin saber para qué la quería.


Fernando volvió a su punto de partida y cogiendo la cámara, hizo muchas fotos del director con la guarra de Lulú.


Sonriendo de oreja a oreja, dejó la cámara a un lado pensando para sí mismo.
-        Te pillé, cacho de zorra. Te vas a enterar…


CONTINUARÁ…

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