martes, 8 de abril de 2014

Capítulo 4 de R.I.F.

¡Gente! ¿Cómo estamos? Espero que bien y que tengáis muchísimas ganas de leer el capítulo de hoy jajaja. Esta semana pasada he publicado algo más tarde porque sigo de exámenes (T___T) y el jueves tengo otro pero ya ese será el último así que... Volveré a poner los capítulos sobre la misma hora de siempre jejeje.
Como no tengo más avisos que decir, os dejo con el capítulo de hoy. Un abrazo enorme y a disfrutar de la semana.

CAPÍTULO 4

A la mañana siguiente, se repitió la escena del día anterior, pero esta vez, esperó en su puerta Fernando que se había levantado antes.


Nada más saludarse, Fernando se acercó y lo besó profundamente.
      -        Que nos van a ver,-dijo Travis-.
      -        Quería besarte guapo.
      -        Ay no me calientes que vamos a clase y no te voy a poder coger ese culito…


Se subieron en el autobús que les llevó directos hasta el instituto. Como era un día de huelga, algunos fueron y otros no. Este chico de aquí es Steve, el típico friki de la clase que se pasa todo el día entre tubos de ensayo y libros.


Y como podéis ver, aquí está resolviendo mentalmente un problema que estaba escrito en la pizarra del día anterior.


Esta pelirroja de aquí es Mandy. Una chica normal, del montón académicamente hablando. Sin embargo, es de las más guapas de su clase y… bebe los vientos de Fernando.


Esta es Stefany, la animadora del equipo de rugby. Es muy sosa y apenas dice nada pero esa timidez es la que atrae a todos los chicos de la clase, pero ella pasa, aunque corre algún bulo que otro por ahí de ella y el capitán del equipo en los vestuarios…


Esa mañana era el primer día de Lulú así que el director del colegio esperaba en el pasillo de secundaria un poco nervioso.


Este es el director Maier. Un hombre de unos 62 años y el dueño del colegio. Aunque era concertado, desde un primer momento se creó como un colegio totalmente privado, ahora sólo lo es Bachillerato.


Cuando llegaron Fernando y Travis, que eran los últimos, el director les habló.
      -        Buenos días señor director,-saludaron ambos-.
      -        Buenos días chicos. ¿Por qué habéis tardado tanto? La clase va a empezar.
      -        Lo sentimos, nos hemos entretenido un poco en la puerta,-dijo Fernando-.
      -        Por cierto, me gustaría hablar contigo un momento. Usted, señor Travis, puede entrar en clase.


Fernando se echó la mano al cuello. Las clases no habían empezado y ya tenía que hablar con el director. Ojalá no fuera por algo de Travis y él, pensaba Fernando.


Travis, mientras tanto, entraba en clase y las chicas lo miraban atentamente. Era el chico más guapo de la clase. Pobres ilusas…


Sin embargo, Travis estaba pensativo. No sabía por qué había llamado el director a Fernando.


Fernando comenzó a hablar con el director.
      -        Fernando, no sé si sabrás que hoy va a empezar a trabajar aquí tu madr… bueno, la novia de tu     madre.
      -        Sí. Mi padre ya me lo ha comunicado.
      -        Era por si habías venido con ella. Tu padre me ha hablado muy bien de ella y quiero conocerla.
      -        Pues ha venido por su cuenta. Estará buscando aparcamiento.
      -        Ay Dios, se me olvidó comentarle a tu padre que aparcara dentro del garaje del instituto.


Lulú en ese instante hizo su entrada triunfal por el pasillo de secundaria mientras el director hablaba con Fernando aún.


El director sonrió.
      -        Ahí la tiene señor director.
      -        Ah bien…-dijo mientras la recorría de arriba abajo-. Puedes retirarte.


Fernando entró en clase mientras esperaba al profesor. Se sentó junto a Travis y este le hizo una pregunta.
      -        ¿Qué hace la novia de tu padre aquí?
      -        Mi padre la ha metido como secretaria del director.
      -        ¿Y para qué quería hablar contigo?
      -        Para preguntarme por ella… No sé Travis.


El director fue a saludar a Lulú.
      -        Bienvenida señorita…
      -        Lucy, puede llamarme Lucy, director Maier.


El director Maier comenzó a decirle las pautas que debería seguir.
      -        Lo primero que quiero decirle señorita Lucy es que esta es su casa y quiero que se sienta como tal. Cualquier duda consúltemelo y estaré ahí a su disposición.
      -        Se lo agradezco de veras. Prometo no defraudarle.
      -        Su prometido me ha comentado algunas de las cosas que ha hecho en su vida profesional. Es Auxiliar de Oficinas y aparte tiene el título de Administración y Finanzas.


Lulú afirmó lo que acababa de decir el director.
      -        Exactamente. Aparte de las prácticas al sacarme el grado de Administración, luego estuve contratada durante 1 año en una empresa haciendo de secretaria en un complejo empresarial.
      -        Ah pues me parece estupendo. Entonces está más que cualificada para el trabajo. Si me permite acompañarla al que va a ser su despacho…


El director muy amablemente la invitó a seguirle por el pasillo y al fondo de este a mano izquierda había una puerta distinta a las otras.
      -        Este de aquí, es su despacho. Adelante.


Al entrar y verlo tan bien cuidado y limpio, se llevó una grata sorpresa Lulú, Lucy en el trabajo y como su nombre era realmente.
      -        Si se fija Lucy, aquí a mano derecha está la puerta que conduce a mi despacho. Si me acompaña…


Entró primero el señor Maier y tras él entró Lulú. El despacho del director era realmente grande y espacioso. Incluso contaba con una cafetera propia.
      -        Lucy, ven, siéntate aquí que te quiero explicar algunas cosas importantes.


Lulú se sentó en una de las cómodas sillas mientras el director le explicaba algunas cosas básicas sobre cómo actuar dependiendo de la situación.


Tras una media hora hablando, Lulú pudo incorporarse a su puesto de trabajo y comenzó con el papeleo.


Tras la primera hora de clase, llegó el director para dar su clase de Ciencias Sociales y Geografía pero ante la falta de asistencia de tantos alumnos, les puso un punto positivo que añadiría a la nota al finalizar el trimestre.


Como había dado tiempo para hacer unas actividades que había mandado, todo el mundo debía estar trabajando, sin embargo, Travis y Fernando no paraban de hablar y se escuchaba un zumbido leve y continuo. Cuando el director se dio cuenta, tomó medidas.
      -        Travis Jenkins, ¿podría coger sus cosas y sentarse junto a su compañero Steve? Muchas gracias.


Travis se levantó y poniendo cara de fastidio puso su maleta junto a la mesa de Steve sin darse cuenta de que su culo estaba siendo observado.


Steve, siempre tan amistoso y queriendo hacer amigos le habló en un tono bajo.
      -        Si necesitas alguna ayuda sobre algo solo tienes que decírmelo. Voy a empezar la actividad 24 de la página 184, ¿y tú?


Travis no podía ni ver a Steve.
       -        Eh tío, no me comas el tarro que ni he empezado, así que déjame en paz, por favor…


Terminada la hora, el director se marchaba a su despacho.
       -        Fernando, te dejo a cargo de la clase hasta que venga la profesora Molina. Tal vez se retrase un poco porque está en un atasco por culpa de la manifestación. Si pasan 15 minutos y no ha venido, avise a Lucy, mi secretaria. Ella se encargará de notificármelo.
      -        Vale. Gracias señor director,-contestó-. ¿Lucy?-pensó-. ¿Desde cuándo se llama así?


Tras cerrarse la puerta Mandy se levantó y se acercó a Fernando.
       -        ¡Eh! ¿Por qué no te has quedado en tu casa?
       -        Ni me acordé de la huelga. ¿Y tú qué excusa tienes para estar aquí?
       -        Mi madre me obligó. Menudo asco… Mi padre es más enrollado pero mi madre es un puto hueso. La odio.
       -        Tal vez quiera lo mejor para ti, ¿lo has pensado?
       -        Sí pero no me deja hacer nada.


Stefany se levantó y se dirigió a la mesa donde habían puesto a Travis.
      -        Hay que ver el director. ¿Qué más le dará que hoy hablemos? Si no estamos haciendo nada…
      -        Es un tocapelotas Fany, ya lo sabes.
      -        Ya… Lo bueno es que podemos terminar la tarea y estar libres esta tarde, ¿te apetece que hagamos algo?-dijo Stefany cuando al momento Fernando volvió la cabeza-.


El director comenzó a dar cabezadas mientras repasaba unas actas de expulsión de alumnos conflictivos, así que guardó los papeles y llamó a su secretaria para que le hiciera un café.


Lulú apareció enseguida y muy dispuesta. Le dio el café y miraron el reloj ansiosos porque dieran las dos de la tarde para poder irse cada uno a su casa.


Era la quinta hora y la profesora de Matemáticas apareció. Travis y Steve la vieron entrar y con gran pesar para ellos supieron que no podían salir una hora antes.


Mientras tanto, Fernando y Mandy seguían hablando.
      -        Entonces nos vemos esta tarde para hacer los deberes, ¿no?-preguntó ella-.
      -        Sí. ¿Quedamos a las cinco de la tarde?


Mandy sonrió de oreja a oreja.
      -        Me viene perfecto. Nos vemos esta tarde entonces.
      -        No llegues tarde Mandy.
      -        A las cuatro y media estaré en tu casa.
      -        Anda mujer, no seas exagerada jaja.
      -        ¡Chicos!-gritó la profesora-. ¿Podemos empezar la clase?


CONTINUARÁ…

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