sábado, 17 de diciembre de 2016

Capítulo 21 de "Cero"

CAPÍTULO 21

Tim aparcó el coche y se fue a casa de su hermana a saludar a Jessica.
-          ¡Hola corazón!
-          ¡¡Tito!!


Jessica salió corriendo a abrazar a su tío Tim.
-          Me alegra verte pequeñaja. Cada día estás más grande.
-          Ay gracias tito.


Gloria miró a su hermano y le hizo una pregunta.
-          ¿Te quieres quedar a cenar?
-          Si no es mucha molestia…
-          No hombre, quédate.
-          Gracias.


Sin embargo, Tim se fue hacia la puerta de atrás.
-          Pero antes tengo que ir a mi casa a por un par de cosas, así aprovechas y hablas con tu hija, ¿no tenías algo que comentarle?
-          ¿El qué mami?


Tim salió al jardín trasero con una sonrisa. Había puesto a su hermana en un aprieto y le encantaban esas situaciones. Le hacía sentirse niño de nuevo.


Cruzó la cancela hacia la casa de al lado y dirigiéndose hacia la puerta trasera, sacó unas llaves y abrió la puerta. Esa era su casa.


Tim se fue directamente al baño y después se miró al espejo para hacer tiempo mientras su hermana hablaba con Jessica.


Mientras tanto…
-          Jessi, ¿te acuerdas de papá?
-          No mami, yo era muy pequeña cuando papá murió.
-          Hija… tengo que contarte algo.
-          ¿Qué pasa mami? ¿Me vas a dar un nuevo papá?
-          Espérate un momento hija. Tu padre no murió… Tu padre tuvo un accidente y se quedó dormido durante muuuuchos años hasta hace muy poco y dentro de poco va a volver a casa.



Jessica miraba completamente asombrada a su madre.
-          ¿Papá no está muerto?
-          No Jessi, está vivo y va a volver a casa.
-          ¿Por qué me mentiste mami? ¿Por qué?
-          Hija yo… cuando esto pasó tú eras un bebé y cuando creciste y no veías a tu padre por casa pues… te mentí. Pero te juro que era por protegerte.


Gloria estaba intentando por todos los medios que su hija no se enfadara demasiado con ella, pero Jessica, no estaba por la labor.
-          Dices que era para protegerme, pero si antes me mentiste en lo de papá, ¿quién me asegura que no me estás mintiendo ahora otra vez?
-          Jessica, no te enfades conmigo yo…
-          ¡Sí estoy enfadada!-gritó la pequeña interrumpiendo a su madre-. 


Jessica se fue y dejó a su madre en el salón sola. Quería tranquilizarse y se puso el ordenador para jugar al Candy Crush, su juego favorito.


Gloria se puso a hacer la cena mientras pensaba en cómo le había dicho a su hija lo de su padre. No era su padre y le estaba mintiendo, pero si quería que su plan saliera bien, tenía que hacerlo.


De repente, Tim apareció por la puerta.
-          ¿Te ayudo en algo?
-          Coño, qué susto me has dado…
-          Jaja, perdona. ¿Te ayudo?
-          No déjalo, que ya me has ayudado bastante antes.
-          ¿Se lo has dicho?
-          ¿Tú qué crees?
-          ¿Y cómo ha reaccionado?
-          Mal. Ay Tim, deja de hacerme tantas preguntas.


Tim salió de la cocina y se fue a buscar a Jessica.
-          Buenas pequeñaja.
-          ¡Hola tito!
-          ¿Jugando al ajedrez?
-          Sí, a ver si le gano al ordenador alguna vez.


Mientras tanto, Tim fijó su vista en uno de los cuadros que su hermana tenía colgado en la salita. Todavía se acordaba de la Navidad en el que se lo regaló.


Varios minutos más tarde, Gloria entró en la habitación.
-          La cena está lista.
-          Vale mamá.
-          Ahora vamos Gloria.


Todos fueron a la cocina y se sirvieron su plato. Había un silencio sepulcral y nadie decía ni una sola palabra. Sólo se escuchaba masticar y tragar. Por eso, Tim decidió romper el hielo.
-          Bueno Jessi, ¿qué te ha parecido lo de tu padre?


Jessica dejó su perrito en el plato de golpe y miró a su tío con odio.
-          ¿Tú también sabías que mi padre no estaba muerto?
-          Hombre… pues sí.
-          ¡Te odio! Y a ti también te odio mamá.
-          Jessica, hija…
-          ¡Que me dejéis en paz!


Jessica salió corriendo de la cocina y subió las escaleras para el piso superior.


Luego, entrando en su habitación, cerró la puerta de un portazo, echó el seguro y se echó en la cama a llorar.


En la cocina, ambos hermanos terminaron de cenar y ya cuando Tim recogió los platos y los puso en el fregadero, les dijo unas palabras a su hermana.
-          Estarás contenta, ¿no? Ya has conseguido que la niña tenga un “padre”, pero con la consecuencia que tú has perdido a una hija.
-          Tim, yo sé lo que me hago. No hace falta que me des explicaciones.
-          Soy tu hermano mayor y tengo más vida vivida que tú.


Gloria estaba cansada de las charlitas que su hermano siempre le había dado desde que era pequeña.
-          Serás mi hermano, pero la que tiene una hija soy yo, no tú.
-         
-          Oh, perdóname Tim. Lo siento, no debí decirte eso. Perdóname.
-          Ya… Buenas noches, hermanita,-dijo esta última palabra con rentitín-.


Gloria vio cómo su hermano se iba a su casa y ella se quedaba sola en la cocina. La había cagado pero bien, así que subió arriba para ver si podía arreglar las cosas con su hija.
-          Jessica, ábreme soy yo.
-          No quiero.
-          Venga, hablemos.
-          ¡Que te largues!


Mientras tanto, Tim se iba a dormir pensando en esas palabras que le había dicho su hermana. Esas palabras que le habían traspasado el corazón.


Minutos después, Jessica hacía lo mismo mientras escuchaba cómo los pasos de su madre se alejaban de su puerta.


Gloria se cambió de ropa y se puso ropa más cómoda para dormir mientras le daba vueltas al día tan horroroso que había tenido.


Ella tenía un objetivo, pero quería conseguirlo manteniendo lo más importante en su vida: su hermano y su hija.


CONTINUARÁ…

jueves, 15 de diciembre de 2016

Capítulo 20 de "Cero"

Tras unas breves vacaciones, vuelvo otra vez con la historia. ¡Vamos!

CAPÍTULO 20

Gloria y Tim pusieron rumbo hacia el hospital de la ciudad para ver aquello que habían esperado tanto tiempo…


Ambos hablaron con la recepcionista y ella los dejó entrar y adentrarse en los grandes e inmensos pasillos del hospital en los que era muy fácil perderse.


Gloria andaba más rápido que su hermano que iba detrás de ella.
-          Tranquila Gloria, que no hay ninguna prisa.
-          No la tendrás tú, pero yo sí la tengo. Venga, aligérate.


Girando una esquina encontraron por fin una serie de puertas seguidas que daban a las habitaciones.
-          Aquí están Tim. Es la del medio.


Gloria entró en la habitación sin llamar a la puerta y se quedó parada en medio de la habitación mirando hacia la cama… ¡Era cierto!


Se quedó mirando hacia la cama quieta unos instantes. Contemplando aquello que tanto había ansiado y que ya, al fin, lo tenía al alcance de la mano.


Un chico dormido, metido en la camilla del hospital yacía acostado en ella sin apenas moverse.
-          Hola…-dijo Gloria con un hilo de voz-.


Naim, nuestro Naim no estaba muerto… ¿Qué le había pasado? ¿Cómo había llegado hasta allí? Naim, se despertó y se incorporó en la cama.
-          ¿Quién es usted?


Gloria se puso loca de contenta al ver que era verdad lo que le había dicho su hermano, había despertado después de 5 años en coma.
-          ¡Qué alegría me da verte despierto!
-          Gracias, pero sigo sin saber quién es usted.


Naim se incorporó con lentitud y se fue hacia Gloria caminando despacio.
-          Soy Gloria, ¿no me recuerdas?
-          Por desgracia no. Llevo despierto una semana desde que salí del coma y los médicos me han dicho que mi pérdida de memoria se recuperará entre un 70 y un 90% si las condiciones son buenas.
-          Oh, eso es una lástima. Pero no te preocupes que yo te ayudaré a recuperarla.
-          ¿Cómo me llamo? ¿De qué me conoces a mí?


Gloria iba a empezar a hablar cuando Naim miró hacia la puerta.
-          ¿Quién es ese hombre?
-          Ah, es mi hermano. ¿Le digo que pase?
-          Claro.


Naim le hizo una señal a Tim para que entrara y este abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
-          ¡Hola Naim! Me alegra verte despierto y moviéndote de nuevo.
-          ¿Naim? ¿Ese es mi nombre? Muchas gracias hermano de…
-           Sí, ese es tu nombre. Ella es mi hermana Gloria. Yo soy Tim.
-          Ah, perdonadme. Maldita cabeza…
-          No te preocupes hombre. Aquí estamos para lo que necesites.


Naim estaba pensativo procesando los nombres para que no se le volvieran a olvidar de nuevo. Se sentía mal no recordar nada de nada. Parecía que le habían dado al botón de reset y había comenzado todo desde cero.


Tim fue a sentarse en una de las butacas de la habitación mientras que Gloria se acercaba a Naim.
-          ¿Quieres que hablemos Naim?
-          ¿Sobre qué?
-          Pues sobre ti… Ayudarte a recordar.
-          Me encantaría.


Gloria sonrió y comenzó a hablar.
-          ¿Te acuerdas de algo? ¿Alguna cosa?
-          Que mi nombre es Naim.
-          Bueno, entonces tendré que remontarme antes de lo que yo creía. Naciste aquí, en esta ciudad y te criaste muy feliz. Eras hijo único y tus padres fallecieron muy jóvenes por culpa de distintas enfermedades.
-          Oh, entonces estoy solo…
-          De eso nada, me tienes a mí.
-          ¿A qué te refieres?
-          Tú y yo somos… pareja.


Naim se sorprendió. Ella decía la verdad y que él no recordaba que estaban juntos sería un duro palo para ella.
-          ¿Lo somos? Siento no acordarme. Lo siento de veras.
-          Lo importante es que estás bien y a partir de ahora estaremos juntos.
-          Sí… ¿Y qué más? Cuéntame.
-          Pues llevamos 8 años de relación contando con los 5 que has estado en coma y fruto de esa relación está Jéssica.


Naim abrió la boca automáticamente. ¿Tenía una hija?
-          ¿Soy padre?
-          Exactamente. Es una estupenda chica. Se llama Jessica y tiene 7 años.
-          Dios mío… Me he perdido toda su infancia.
-          Pero tú no tienes la culpa de eso.
-          De otra cosa no me acordaré, pero de lo que te aseguro es que me gustan los niños. Acabo de sentir una gran emoción en mi interior al saber que tengo una hija.


Naim quería saber y saber.
-          ¿Cómo llegué a caer en coma?
-          Pues… no creo que estés preparado todavía para saberlo.
-          Venga Gloria, necesito saberlo. ¿Cómo acabé aparcado en esta cama durante 5 años?
-          Tuviste un grave accidente de coche y estabas a punto de morir. Tuvieron que inducirte al coma y poco a poco fuiste mejorando pero hasta la semana pasada no despertaste.


Tim sonreía cuando Naim lo miraba pero era una sonrisa por compromiso. ¿Qué sarta de mentiras le estaba contando su hermana a aquel pobre muchacho?


Gloria seguía hablando y contándole cosas a Naim, pero este estaba igual que Tim, totalmente alucinado, Naim porque no lograba recordar absolutamente nada y Tim porque no sabía qué era lo que quería conseguir su hermana mintiendo a Naim.


Naim afirmaba ante todo lo que le decía Gloria. No sabía por qué pero se fiaba de ella. Se le veía una chica sincera y que realmente sentía algo por él. Lo que Naim lamentaba era no sentirse atraído amorosamente por Gloria tanto como ella lo hacía por él.


Tim finalmente se levantó y se acercó a Gloria y Naim.
-          Gloria, será mejor que por hoy dejemos a Naim. Le has contado muchas cosas y necesita pensar en ello y ver si recuerda algo de lo que le has dicho, ¿de acuerdo?
-          Está bien Tim. ¿Estarás bien Naim?
-          Sí, no te preocupes. Aquí me tratan bien.
-          Te prometo que mañana estaré aquí puntual.


Naim miró a Tim y sonriendo levemente le giró la cabeza a modo de saludo, a lo que Tim le contestó guiñándole el ojo.
-          Hasta mañana Naim. Un gusto verte como antes.
-          Gracias Tim. ¡Hasta mañana!


Tim salió el primero de la habitación seguido de su hermana Gloria, que era observada por Naim que la miraba salir.
-          Pues sí que tengo buen gusto…-pensaba Naim para sí-.


Naim se puso a recordar brevemente todo lo que le había contado su… novia.
-          ¿Cómo es posible que mi cabeza esté totalmente en blanco?


Naim se sentó al borde de la cama y comenzó a hacer memoria por si lograba sacar algo en claro, un recuerdo, una imagen… cualquier cosa.


Mientras tanto, en el aparcamiento…
-          Gloria, voy a ser claro contigo: ¿Se puede saber qué coño has hecho? ¿Cómo se te ocurre mentirle a un desconocido?
-          Tim, no te enfades que no es para tanto.
-          ¿Que no es para tanto? ¿Estás bien de la cabeza?
-          Perfectamente Tim, escúchame. Llevo ya bastantes años visitándolo como ya sabes y sé de buena tinta que no tiene a nadie. Los médicos me dijeron que cuando vino a este hospital no sabían nada de él. Fui yo la que descubrí su nombre.


Gloria seguía sin contestarle la pregunta a su hermano.
-          Todo eso lo sé Gloria, pero sigo preguntándote lo mismo: ¿Por qué coño has tenido que mentirle a Naim?
-          Pues porque en todos estos años que iba a visitarlo me he acabado enamorando de él y lo quiero. Y ahora que no recuerda nada es mi oportunidad para empezar de cero, conseguir una familia completa, contigo, con él y con mi hija. Darle un padre para mi hija, una vida normal…


Tim estaba algo dolido por sus palabras.
-          Como si hasta ahora no hubiera tenido una vida normal. Jessica para mí es una hija y la he tratado como tal. Ha tenido siempre un regalo por Navidad, por su cumpleaños, he cuidado de ella…
¿Eso ya no cuenta?
-          Claro que sí, pero… No eres su padre al fin de cuentas.


Tim estaba completamente alucinado con el comportamiento de su hermana.
-          Comprendo. Es decir que como no soy su padre, aunque la haya tratado como una hija, eso ya no cuenta. Pues nada, a ver cómo le dices a la niña que su padre no está muerto como le contaste, sino que es un completo desconocido que acaba de salir de un coma tras 5 años y que no se acuerda de nada.
-          Tim, por favor, no te pongas así.
-          ¿Cómo quieres que me ponga entonces guapa? Mira, te voy a decir una última cosa jovencita: te comportas como una quinceañera. Ves al chico que te gusta y olvidas todo lo demás, sólo te importa tu querido y amado chico. Recuerda que tienes una hija que cuidar y que depende de ti. ¡Espabila Gloria! Que la ansiedad por tener a alguien en tu vida no te nuble de tus verdaderas responsabilidades. Es un consejo que te doy.



¿Recordará Naim quién era realmente? ¿Qué hará Gloria después de esta conversación con su hermano?

CONTINUARÁ…