sábado, 11 de octubre de 2014

Capítulo 28 de R.I.F.

¡Holaaaaa! Antes de nada quería pediros perdón porque ayer tuve un día de locos y apenas pasé por mi casa.
Pero hoy ya estoy aquí y os quiero recompensar con un capítulo, que ya tocaba jejeje. Disfrutadlo y pasadlo bien leyendo :D

CAPÍTULO 28

Fernando salió del baño cuando había terminado de arreglarse. Esa noche iba a ocurrir el gran reencuentro con sus amigos de la adolescencia.


Llegó al sitio indicado y a la hora a la que habían quedado. Al entrar, Travis ya estaba dentro esperándolo.


Nada más verse el uno al otro, se abrazaron.
-        Ey tío, gracias por venir.
-        Nada, tengo ganas de verlos después de tanto tiempo.
-        Pues ellos no tienen ni idea de que tú estás aquí. Ellos están abajo donde nos vemos siempre pero se creen que hoy llego tarde, no que he quedado contigo. Verás las caras que se les quedan cuando te vean.


Al bajar, Travis habló a los chicos que ya estaban sentados.
-        ¡Adivinad con quien vengo hoy!
-        ¡¡FER!!-gritó Fany levantándose como si tuviera un resorte-.


Fany se adelantó corriendo y abrazó a Fernando con mucha fuerza.
-        ¡¿Pero dónde estabas?! Supimos de tu desaparición por la tele.
-        Ay, las de cosas que han pasado Fany. Me alegro de verte, estás muy guapa.
-        Tú sí que estás guapo.


Y en realidad Fany había mejorado mucho con los años, estaba mucho más guapa y sus ojos verdes eran de envidiar.



La siguiente en abrazar al protagonista de la noche fue Mandy ante la atenta mirada de Steve.
-        Mi Fer, mi guapo. ¿Dónde estabas metido? Me alegro de verte.
-        Y yo también. Estás preciosa.
-        Anda ya, que eres un adulador de cuidado.


Era cierto, Mandy estaba hecha un auténtico bellezón y no se le podía negar que de las chicas, era la más guapa.


Para terminar, Steve le estrechó la mano en modo de broma para luego darle un abrazo.
-        Me alegro de ver que estás bien Fer. Estábamos preocupados por ti.
-        Muchas gracias. Te veo muy bien.
-        Sí jeje. Hago lo que puedo. Tú también.


Sobre Steve… hombre, algo había mejorado, pero tampoco no era nada del otro mundo físicamente, aunque como persona era inmejorable.


Todos se sentaron y se pusieron a preguntarle a Fernando sobre su desaparición y él tranquilamente se puso a contarles todo.


Todos se sorprendieron ante la historia de Fernando, así que decidieron preguntarle sobre lo que había hecho en la universidad y todas esas cosas.


A Mandy se la veía un poco ausente. Estaba en su mundo pensando en sus cosas.


Steve escuchaba la conversación que había en ese momento mirando a Fernando, el cual, miraba mucho a Mandy.


Travis hablaba con Fany sobre la ilusión que les hacía que el grupo estuviera otra vez unido y que Fer estuviera otra vez en la ciudad.


Fernando estaba hablando mientras miraba a Mandy con cara de sospecha porque la veía ausente y notaba que Steve le miraba mucho.


Fany mientras tanto, notaba las miradas que se echaban Steve y Fernando mientras hablaban entre ellos. Por una cosa o por otra siempre estaba en medio de algo.


Al fin y al cabo, el grupo estaba otra vez junto aunque unos 7 años más tarde. Ahora eran todos adultos y responsables, o eso decían…


Unos minutos más tarde, Travis sacó a bailar a Fany. La música que sonaba estaba muy bien y querían aprovecharla.


Poco después, Steve se levantó también.
-        Voy a bailar, ¿alguien se viene?
-        No, yo paso Steve,-dijo Fernando-.
-        ¿Y tú Mandy?
-        Uh, ahora no, gracias.


Fernando se acercaba poco a poco a Mandy sin que ella se diera cuenta, ya que ella estaba en su mundo ausente de todo.


Estando ya muy cerca de ella, Mandy giró la cabeza y vio que Fernando estaba a su lado.
-        ¿Qué te pasa Mandy?
-        ¿A mí? Nada.
-        Te conozco metida en un saco, a ti te pasa algo.
-        Fer, te recuerdo que han pasado muchos años y he cambiado.
-        Pero sigues siendo la misma en el fondo.
-        Eso es lo que te crees así que no insistas, que no me pasa nada, de verdad.


Fernando estaba convencido de que había algo que estaba preocupando a la chica, así que sacó sus armas.
-        ¿Entonces quieres que me vaya?
-        No, tampoco es eso.
-        Entonces si quieres que me quede cuéntame lo que te pasa.
-        Es que… es complicado de explicar.
-        Si no me lo dices, nunca lo entenderé, eso seguro. ¿Es por algo de los amores?


Mandy se quedó pasmada al ver que Fernando había dado con la tecla. ¿Cómo podía ser tan listo?


Entonces, al verse descubierta, la chica comenzó a hablar.
-        Es que verás, al verte mi cuerpo ha reaccionado de una forma que no me esperaba. Te deseo y mucho. Me gustaría que tú y yo pudiéramos acabar esta noche en la cama pero… no le puedo hacer esta faena a mi novio. Por eso estaba tan ausente.
-        ¿Me sigues queriendo?
-        No es amor lo que siento. Creo que es… pasión. Ardor. Nuestros cuerpos se atraen pero me tengo que controlar.


Fernando sonriendo le quitó hierro al asunto.
-        No te preocupes Mandy. Si tú quieres seguir siendo fiel a tu chico te entiendo y comprendo perfectamente, así que por mi parte no hay problema.
-        Muchas gracias por comprenderlo. No quería que te enfadaras conmigo.
-        ¿Cómo me voy a enfadar contigo tonta? Anda y dame un abrazo.


Mientras tanto, los bailarines habían dejado de mover el esqueleto para comenzar a mover… otros músculos.


Cinco minutos más tarde, Mandy se levantó.
-        Voy al baño, ahora vengo.


Al salir, un chico había interrumpido a Travis y Fany para hablar con la chica. El don de la inoportunidad tenía ese chico.


Steve, aprovechando que Mandy estaba levantada, habló con ella.
-        ¿Estás bien?
-        Sí, no te preocupes.
-        Ah, es que como antes te he visto un poco ida.
-        Bah, no te preocupes. Ya sabes cómo soy, que me distraigo con una mosca.
-        ¿Nos vamos a casa si quieres?
-        No… yo me quiero quedar un rato más.


Entonces Steve cogió la barbilla de la chica y uniendo al principio sus labios suavemente, dejó que el beso fuera más profundo.


A todo esto, Fernando alucinaba pepinillos al enterarse de que el chico de Mandy no era otro que Steve.
-        ¿Qué habrá visto en él?-se preguntaba Fernando-.


Fernando contemplaba la escena sentado. Travis con Fany y Mandy con Steve. ¿Y él? Se veía fuera de lugar.


Se levantó y se despidió de todos.
-        Chicos, me voy que mañana tengo trabajo, ¿vale? Ya hablamos.


Y antes de que los demás pudieran reaccionar ya se había ido de allí. Fernando, cuando llegó a casa se cambió y se acostó. Quería descansar para poder estar a tope en el trabajo.


Y así fue. Se levantó, se tomó un cortado doble y se fue pitando al trabajo para llegar a tiempo. Ya allí se puso con la investigación y descubrió algo que lo dejó atónito.


Fernando miraba la pantalla relamiéndose con lo que acababa de descubrir.


Ya en el ordenador, registró el gran avance que había descubierto y luego, más tarde, se puso a comprobar por su propia mano lo que la máquina había hecho.


Una vez las comprobaciones hechas, Fernando se puso manos a la obra. Lo que estaba haciendo… era un misterio y no quiso elegir a nadie para su equipo hasta que no tuviera hecha las comprobaciones precisas y ese momento había llegado.


El tiempo pasaba, los días y semanas corrían mientras su jefe seguía al margen de todo eso. Estaba bastante intrigado pero Fernando se oponía a enseñarle nada ya que era su proyecto, todavía sin nombre, habiendo pasado dos meses ya. Así que hasta que Fernando avisara su nombre era X.


Cuatro meses más tarde, es decir, seis meses después de que Fernando comenzara a trabajar, Fernando llamó a su jefe.
-        Señor Turner, le presento el proyecto X que a partir de ahora se llamará… R.I.F.


CONTINUARÁ…

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