martes, 6 de mayo de 2014

Capítulo 7 de R.I.F.

¡Hola a todos amigos! Aquí estoy otra vez como prometí el domingo para subir otro capítulo de R.I.F. Os debo muchos capítulos y no puedo perder tiempo, por lo que no quiero entretenerme más y aquí os dejo el siguiente. Ya el viernes más y si puede ser mejor. ¡¡Pasad buena semana familia!!

CAPÍTULO 7

Terminaron las clases y Mandy le preguntó a Fernando si quería que quedaran para ir al Festival de Primavera. Fernando dudó y miró hacia la puerta pero al no ver que Travis no había salido todavía, aceptó la proposición.


Mandy se empeñó en que utilizaran la máquina del amor y así lo hicieron. Como podéis ver, el resultado fue desastroso…


Eso no iba a salir como ellos pensaban…
-        Adiós a la posible pareja. Seríamos un desastre Fer.
-        Ya…-pero Fernando pensaba en que no estaba siendo sincero con ella y no se lo merecía-.


Después se pusieron a patinar sobre ruedas en la pista de al lado y al cabo de unos minutos, Fernando divisó algo al fondo que hizo que saliera de allí.


Se acercó para certificar que sus ojos no le mentían pero no, era todo real y auténtico. Travis estaba con Fany en el banco muy acaramelados…


Fernando sintió un pinchazo dentro de él… cuando Mandy apareció detrás de él e, inocentemente, hizo un comentario.
-        Ohhh, qué cucos son. ¿No son monos?
-        ¿Monos? Mira Mandy, vayámonos a casa que tengo que hablar contigo.
-        ¿Pero qué te pasa? ¿Estás enfadado?
-        Ahora hablaremos Mandy…


Llegaron a la casa y Fernando la invitó a sentarse en el sofá mientras él comenzaba a hablar.
-        ¿Qué te pasa Fer?
-        Verás, como sabrás, Travis es un buen amigo mío.
-        Sí, todos lo sabemos.
-        Pues no somos tan buenos amigos…
-        ¿Cómo? Explícate.


Fernando iba a soltar el bombazo…
-        Somos algo más que amigos. Somos… pareja.
-        ¿NOVIOS?-se extrañó Mandy-.
-        Sí, pero te lo puedo explicar. Desde que tengo uso de razón, siempre he odiado a las mujeres, no las he podido ni ver y siempre a los hombres los he puesto en un pedestal. Mi padre y yo teníamos una relación muy estrecha hasta que se echó novia. Por eso, me apoyé tanto en Travis y un día que quedamos nos abrazamos y al separarnos, él me besó y me dijo que siempre había querido probar besar a un chico. Total, que nos gustó el beso y comenzamos a salir pero en secreto. Y ahora voy y le encuentro con una chica,-dijo con fastidio-.


Mandy escuchaba atentamente a lo que le estaba diciendo Fernando.
-        Y una pregunta, ¿alguna vez te has preguntado por qué tienes ese odio hacia las mujeres?
-        Pues… no. Yo pensaba que había nacido así.
-        Si no es mucho preguntar, ¿dónde está tu madre?
-        Murió… es una larga historia.
-        Ah, no lo sabía, lo siento.
-        No te preocupes, pasó hace mucho tiempo. Yo apenas la conocí.
-        Y bueno, a raíz de esto, ¿tu padre qué hizo?
-        ¿A qué te refieres?
-        Con su vida amorosa digo, ¿tuvo más novias?
-        Sí, siempre lo he visto rodeado de mujeres, tal vez sea por el trabajo pero nunca ha faltado
ninguna a su lado.
-        ¿No crees que la falta de una madre y ver a tantas mujeres en tu casa ha hecho que tengas un concepto incorrecto de ellas?


Fernando nunca se había planteado eso.
-        ¿Tú crees Mandy?-preguntó Fernando asombrado-.
-        Claro. La falta de una madre cariñosa a tu lado y que hubiera una mujer distinta cada x tiempo ha podido ser la causa de todo esto. Por ejemplo, cuando estás conmigo ¿qué sientes?
-        ¿Lo que siento a si te quiero?
-        No, sino qué es lo que sientes respecto a si te encuentras bien, mal, sientes repelús…
-        No, al contrario, me encuentro muy a gusto y eso me extrañó la primera vez que estuviste aquí ya que nunca había tratado con una chica más que en clase.
-        Y cuando te besé, ¿qué es lo que sentiste?
-        Pues… no me lo esperaba, pero claro, al ser una persona tan dulce, que me trata bien y que nunca me ha hecho sentirme mal como otras personas, me llegó a gustar.


La conversación continuaba fluida.
-        ¿De verdad?
-        Sí, aunque me rompiste los esquemas. Nunca había besado a una chica. Mi única experiencia amorosa fue con Travis y que tu beso, aunque fuera juntar los labios, me gustara, me descolocó. ¿Te gustó cómo te besé?
-        Solo juntamos los labios, no puedo opinar…
-        ¿Sí?-dijo sonriendo y poniendo cara de sinvergüenza Fernando-. Pues Mandy… ha llegado el día en que lo sepas.


Mandy estaba algo impactada con la actuación de Fernando.
-        Pero espera, ¿y Travis?
-        Él se está cepillando a Fany, así que, ¿por qué voy a tener que reprimirme yo si me gusta besarte?
-        Ohhh, qué cuqui eres Fer, te voy a comer,-respondió Mandy-.
-        En breve lo harás, no te preocupes.


Los dos se callaron pero sus miradas se mantenían. Fernando cambió su mirada y sonrió levemente girando su boca hacia la derecha.
-        Ay Fer, esa mirada… ¿Qué vas a hacer?
-        Teletransportarte a las estrellas…


Fernando se acercó a ella y la atrajo hacia sí haciendo que sus cuerpos se juntaran aún más.


Se miraron y sus bocas se unieron en un beso mucho más profundo que el primero.


Poco a poco fueron abriendo sus bocas y las lenguas de ambos comenzaron su trabajo al unirse entre ellas y formar una danza que solo ellos dos conocían.


Al poco, terminaron de besarse y Mandy, con cara de corderita degollada, miró su reloj y vio que era la hora de irse a casa.
-        Estoy tan bien aquí que no me importaría quedarme.
-        Quédate.
-        No puedo, mi madre me mata si se entera.
-        Bueno, si tu madre te lo ha dicho, habrá que hacerle caso. Espera, te acompaño.


Fernando la acompañó y la despidió juntando sus labios levemente. En cuanto salió, un crujido del suelo justo detrás de él le hizo volverse.


Su padre, con una cara alegre, le hizo una pregunta.
-        Anda, anda, ¿quién era esa, hijo?
-        Una compañera de clase, simplemente.
-        ¿Seguro? No lo parecía cuando la besaste…


Fernando se puso serio.
-        Papá, pareces un loco de estos cotillas que se pasa la tarde viendo el Sálvame o Mujeres, Hombres y viceversa…
-        ¿Es malo preocuparme por los amores de mi hijo?
-        No. Si fuera algo serio te lo contaría, no te preocupes. Lo que me molesta es que me digas que no salga del spa sin ducharme por el olor y tú aquí estás en bañador en mitad del salón…


Fernando le dijo sin miramientos lo que pensaba a su padre.
-        Ahí tienes razón.
-        Hasta luego papá,-dijo con un tono gracioso-.


Mientras su padre se duchaba, como sabía que tardaba mientras se secaba, se echaba sus cremas y sus potes, aprovechó para montar su plan respecto a Lulú, pero antes, debía conocer más sobre ella.


Lulú salió por la puerta dirigiéndose hacia el baño y en ese preciso momento, aprovechó Fernando para entrar por la otra puerta.


Abrió el portátil y buscó el currículum de ella y algunas cosas más y las guardó en un pen-drive.


Lulú salió del baño y miró hacia el cuarto de Fernando, desde donde se escuchaba muy fuerte una música.


Rápidamente, Fernando dejó todo tal y como estaba y se dio prisa en salir por donde había entrado antes de que lo pillara.


Por poco, justo cerró la puerta Fernando cuando abrió la otra Lulú y se sentó en el escritorio sin sospechar absolutamente nada.


Fernando encendió su ordenador y conectó el USB en el puerto y abrió los documentos que había encontrado. Cogió el nombre de Lulú y lo puso en Google para buscar información sobre ella.


Para su sorpresa, al abrir la Wikipedia, se enteró de que había sido actriz porno.
-        Ya sabía yo que tenía cada de puta chupapollas… Encima es una hija de puta. Lo tiene todo la muy…


No obstante, siguió buscando y viendo algunos vídeos que aparecían por la web.


Unos 15 minutos más tarde y sin previo aviso, entró en el cuarto de su padre y se encontró a Lulú desnuda abriendo el armario para cambiarse.


Lulú sonrió al ver a Fernando.
-        Mira quien es… El joven mariconazo de la casa. ¿Qué quieres? ¿Te apetece ver el cuerpo del pecado?


Pero Fernando iba con otras intenciones…
-        Tú, cacho de puta, cierra esa bocaza porque ahora no tienes ninguna polla en la boca y escúchame. A partir de ahora tú y yo vamos a tener una relación distante y no me vas a volver a amenazar más, ¿me has entendido?
-        ¿Con qué derecho me hablas así? ¿Sabes lo que pasará si le cuento a tu padre que te gusta comer rabo y no precisamente de toro?
-        ¿Sabes lo que pasará si le cuento a mi padre que te gusta comer el rabo del director?


Lulú ya no sería tanto como antes…
-        Já, ¿el director?
-        ¿Qué pasa? ¿No te acuerdas de cómo se corrió en tu boca? Porque si quieres tengo unas fotos que si mi padre las viera se pondría hecho una fiera… Así que ya sabes, Lulú Pretel. ¡Ay no! Que ese no es tu nombre, lo siento.


Lulú estaba indignada. Fernando la había pillado.
-        ¿Has dicho todo lo que tenías que decir verdad? ¡Ahora vete!
-        Ay, qué pena me das… Chao, chao.


Una vez que Fernando se fue, Lulú se quedó pensativa.
-        ¿Y si es verdad y tiene fotos mías con el director? No puedo arriesgarme a que todo salga mal… Ahora tengo un estatus y una vida digna, la gente no me mira por la calle y me señala diciéndome que soy una puta. Tengo que hacer algo.


CONTINUARÁ…

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